Cada diciembre, Colombia despierta con un himno que marca el inicio de la temporada festiva: “La parranda es pa’ amanecer”. Una canción del Binomio de Oro que se volvió tradición nacional. Su origen, sin embargo, es una historia íntima, llena de detalles familiares y decisiones creativas que la convirtieron en un símbolo cultural.
El amanecer que inspiró una canción eterna
Según su hija, Tahiana Bueno, el compositor Lenín Bueno creó la canción a partir de una vivencia personal junto a su novia en Manatí, Atlántico. Después de una celebración que terminó al amanecer, Lenín sintió que ese momento contenía algo más profundo que una simple fiesta: era resistencia, amor y alegría. Ese espíritu se transformó en la melodía que hoy identifica al país cada diciembre.
El secreto detrás del “negra, no te pongas brava”
Aunque la frase parece un guiño costeño típico, la canción estaba dedicada a la esposa de Lenín, María Elena Escolar, quien era rubia y de piel clara. Él originalmente la llamaba “nena”, pero decidió modificar la palabra para hacerla más autóctona y cercana al oído caribeño. Ese pequeño detalle terminó convirtiéndose en patrimonio del vallenato.
La influencia de James Brown en un vallenato colombiano
Durante un viaje a Los Ángeles, Lenín presenció un ensayo del legendario James Brown. Fascinado por el bajo funky del artista, decidió incorporar esa influencia al vallenato tradicional. El resultado fue un sonido innovador que mezclaba lo moderno con lo ancestral.
Cuando el Binomio de Oro grabó la canción en 1978, los sutiles “suavecito” y “bajitico” de Rafael Orozco terminaron de darle el toque mágico que conquistó al público, incluso a quienes no eran seguidores del género.
“El que se duerma lo motilamos”: una frase con simbolismo oculto
Aunque muchos la interpretan como un simple chiste de parranda, Lenín explicaba que la frase era una referencia libre a la historia bíblica de Sansón: dormirse era perder fuerza, propósito y energía. En el contexto de la fiesta, era una invitación a no dejar apagar la alegría.
Tahiana recuerda que de niña cortaba pelucas a sus hermanos dormidos para recrear la broma, prueba de cómo esa frase trascendió la música y se volvió parte de la cultura popular.
El ritual decembrino que vuelve cada año
Desde su lanzamiento, “La parranda es pa’ amanecer” se convirtió en una compañía para vigilantes, taxistas, trabajadores nocturnos y familias enteras. Sonó en emisoras, fiestas, tiendas, barrios y verbenas. Para muchos, representa un recordatorio de que incluso en los días difíciles, la música devuelve alegría.
























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