Mantener el cerebro joven no es solo cuestión de genética: según el neurocirujano João Vitor Fernandes Lima, la clave está en combinar ejercicio físico, aprendizaje constante y un estilo de vida saludable.
Cuerpo en movimiento, mente activa
El especialista compara al cerebro con un músculo: necesita entrenamiento regular para conservar su agilidad. Actividades como caminar, bailar, practicar yoga o pilates y levantar pesas ligeras mejoran el flujo sanguíneo cerebral y favorecen la oxigenación de las neuronas.
Además, el ejercicio físico regula las emociones, reduce el estrés y fortalece la corteza prefrontal, área del cerebro encargada de la planificación, la toma de decisiones y el autocontrol.
La importancia de la neuroplasticidad
Uno de los pilares de un cerebro joven es la neuroplasticidad, es decir, la capacidad del cerebro para adaptarse y crear nuevas conexiones neuronales. Este proceso permite mantener la memoria activa y la agilidad mental incluso en edades avanzadas.
Aprender idiomas, tocar un instrumento, practicar deportes de precisión como tenis o simplemente resolver sudokus son actividades que estimulan diferentes áreas cerebrales y refuerzan la red neuronal.
Hábitos que protegen al cerebro
Más allá del ejercicio físico y mental, el estilo de vida es determinante para la longevidad cerebral:
- Dormir bien: durante el sueño profundo el cerebro elimina toxinas y consolida recuerdos.
- Alimentarse de forma equilibrada: priorizar alimentos ricos en omega-3, antioxidantes, zinc y magnesio, presentes en pescado azul, frutos secos y verduras de hoja verde.
- Cuidar las relaciones sociales: conversar, compartir y mantener vínculos protege frente a la depresión y el aislamiento.
- Reducir el estrés: la meditación, la respiración consciente y el ocio ayudan a disminuir la producción de radicales libres.
























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