¿Qué cambió y por qué?
La reconfiguración responde al aumento de controles en el mar Caribe y a recientes interdicciones de grandes cargamentos. Las redes criminales están reforzando rutas existentes y habilitando vías alternativas para reducir riesgos, segmentar cargas y evadir vigilancia aérea y naval.
Rutas que están usando
- Ruta del Caribe: lanchas rápidas que salen desde costas del norte (La Guajira–Magdalena) hacia islas del Caribe y Centroamérica, donde se hace acopio y transbordo rumbo a EE. UU.
- Ruta del Pacífico: embarcaciones que zarpan del suroccidente del país, navegan por aguas internacionales y conectan con corredores hacia México y Centroamérica.
- Ruta de la Amazonía: salida desde Cauca–Putumayo y tránsito fluvial por el río Amazonas hasta el Atlántico; desde allí pequeñas naves proyectan envíos hacia Europa y Emiratos Árabes Unidos.
- Ruta de la Patagonia: trayecto largo que bordea Sudamérica por el sur, simulando pesca; en el Atlántico se hace encuentro en altamar y posterior ingreso a Europa.
Incautaciones y métodos
Las autoridades reportan grandes decomisos recientes vinculados a estos corredores. Las estructuras combinan lanchas tipo go-fast, embarcaciones pesqueras, bodegas en islas de paso y encuentros en altamar para fragmentar riesgo y mover cargamentos.
El incentivo económico
El kilo de cocaína puede cotizarse hasta en USD 25.000 en Estados Unidos, frente a valores cercanos a USD 1.500 en Colombia. La brecha de precios impulsa a las organizaciones a asumir trayectos más largos y sofisticados.

Interdicción en mar abierto y cooperación con buques de apoyo internacionales.
Conclusión
La presencia militar en el Caribe cercano a Venezuela ha empujado a los carteles a distribuir el riesgo y a diversificar corredores. Mientras aumentan los golpes contra las redes, estas innovan en tiempos, trayectos y tácticas de ocultamiento para sostener el negocio global.
























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